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Peso del gato sano y otros signos de gatos sanos y no sanos

healthy cat weight

Además de conocer el peso del gato, otros signos que indican si su gato no está sano pueden ayudarle a tomar las medidas necesarias para mantenerlo lo más seguro y cómodo posible.

En este blog, trataremos los síntomas más comunes asociados a un gato sano y a uno que no lo está, para que pueda reconocer cualquier cambio en su comportamiento. Venga a descubrir qué hay que tener en cuenta tanto en la salud física como en la salud mental a la hora de cuidar de los gatos.

Signos de un gato sano

Busque ojos claros, hábitos regulares en la cama, aseo adecuado, apetito normal y comportamiento juguetón, así como buenos patrones de sueño y ronroneo regular.

Ojos claros

Los problemas oculares en los gatos son un signo de que algo va mal en su salud. Los propietarios de gatos deben prestar mucha atención a los ojos de sus mascotas para detectar cualquier cambio, ya que puede indicar la presencia de una afección o enfermedad subyacente.

Al mirar los ojos de su gato, deben aparecer claros y brillantes, sin nubes ni cambios de coloración. El enrojecimiento alrededor de los bordes, la secreción de uno o ambos ojos (sobre todo si es verde y espesa) pueden ser signos de infección o inflamación que pueden derivar en afecciones más graves como la conjuntivitis.

Una mirada vidriosa también puede indicar dolor; puede ir acompañada de entrecerrar los ojos, sacudir la cabeza, pellizcarse los ojos u otros comportamientos que sugieran malestar o incomodidad.

La revisión periódica de los ojos de un gato para detectar anomalías ayuda a detectar posibles problemas en una fase temprana antes de que puedan surgir complicaciones – buscar atención veterinaria rápidamente cuando se detectan anomalías permite que las intervenciones de tratamiento comiencen antes y evitar daños mayores causados por enfermedades desatendidas que afectan a la pérdida de visión, úlceras corneales entre otras posibles consecuencias que actualmente no son visibles al notar por primera vez cambios en los ojos de su gato.

Hábitos regulares de defecación

Uno de los indicadores más importantes en lo que se refiere a la salud física de un gato es la frecuencia y el tipo de hábitos que mantiene en la caja de arena. Un gato adulto sano debe visitar su caja de arena al menos una vez al día, y normalmente 3-4 veces al día.

Si su gato visita la caja de arena con mayor o menor frecuencia que ésta, es posible que padezca una enfermedad subyacente que requiera atención inmediata, ya que los retrasos más prolongados en la evacuación pueden llegar a ser muy peligrosos para los gatos.

La consistencia de las heces expulsadas es igualmente importante y suele variar de firme y maleable a formas más blandas como pasta o incluso fluidas, dependiendo de la edad y la dieta. Los cambios con respecto a estos parámetros estándar pueden indicar estreñimiento, diarrea u otros problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable, que requieren una evaluación inmediata si no vuelven rápidamente a la normalidad tras realizar ajustes ambientales como cambios en la dieta o ajustes en el manejo (por ejemplo, adición de calabaza en conserva).

Las cacas consistentemente blandas también podrían estar asociadas con deficiencias nutricionales o enfermedades sistémicas, por lo que prestar mucha atención a cualquier cambio en las consistencias es esencial para la detección temprana y el tratamiento por parte de los veterinarios si se notan cambios prolongados en el entorno de ajuste rencoroso facotrs afectados como los mencionados anteriormente.).

Además, la ingestión de sus propios desechos podría poner de manifiesto la anemia, posiblemente debida a una nutrición deficiente, pero también a una carencia de vitaminas que requiera una terapia de suplementación a largo plazo que, en última instancia, conduzca a una buena recuperación hacia una vida rutinaria de nuevo.

Para mantener unos hábitos de limpieza regulares, se deben crear las condiciones adecuadas para cada mascota, garantizando la disponibilidad de páginas higiénicas limpias y la profundidad adecuada de la zona, y limpiando a tiempo cuando sea necesario con un detergente seguro adecuado para la piel sensible de los gatitos.

Buen aseo

Un buen aseo es esencial para la salud y el bienestar general de los gatos. Un cepillado regular ayudará a evitar que el pelo se apelmace, a mantener un pelaje sano e incluso a detectar precozmente cualquier problema o anomalía cutánea, algo que puede ahorrarle tiempo y dinero en la consulta del veterinario.

Por no mencionar que tener un pelaje limpio y brillante durante todo el año ayuda a que tu gato tenga un aspecto inmejorable. Si es posible, el aseo adecuado debe comenzar cuando son gatitos, ya que les permite acostumbrarse a ser aseados antes.

Cuando cepille a su gato, asegúrese de hacerlo con suavidad; evite la fuerza excesiva o los movimientos rápidos que podrían causar molestias y desanimar a su mascota para futuras sesiones. Además, el corte regular de las uñas debe formar parte de su rutina diaria; esto ayuda con el comportamiento de rascado (que protege contra el aburrimiento) y mantiene sus uñas cortas, lo que también puede disminuir los daños en el hogar debido a las garras afiladas alrededor de los muebles.

Apetito normal

Un gato sano suele tener un apetito constante. Una buena regla general es dar a tu amigo peludo una cantidad de comida proporcional a su peso ideal y a su edad.

Por lo general, lo mejor es un programa de dos o tres comidas al día; aumente o disminuya el tamaño de las raciones según sea necesario, pero si nota cambios significativos en unos días, consulte a su veterinario para asegurarse de que no hay problemas de salud subyacentes que los causen.

En general, los gatos necesitan cantidades adecuadas de proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales equilibrados, vitaminas y minerales en su dieta para mantener una puntuación de condición corporal aceptable.

Comportamiento lúdico

El comportamiento lúdico es una parte normal y saludable de ser gato, esencial para mantenerlos estimulados mental y físicamente. Los propietarios de gatos deben estar atentos a las señales que indican que sus gatos gozan de buena salud, como jugar regularmente tanto con juguetes como con diversos objetos que haya por casa.

Los signos de un gato juguetón incluyen las orejas hacia delante, la cola levantada, los bigotes hacia delante, las pupilas ligeramente dilatadas e incluso pueden acechar a su presa por la casa: ¡todos ellos comportamientos de caza muy típicos! A los gatos también les gusta morder o arañar durante el juego, algo que los dueños deben vigilar, ya que pueden convertirse en lesiones si lo hacen con demasiada fuerza.

El juego es una forma importante de proporcionar ejercicio a los gatos, ya que les mantiene ágiles y activos a la vez que enriquece sus vidas mediante la estimulación de la actividad mental, así como del movimiento físico necesario para mantenerse en forma y sanos.

Buenos patrones de sueño

Un buen ritmo de sueño es importante para mantener sano a su gato. Los gatitos necesitan hasta 20 horas de sueño al día, mientras que los gatos adultos suelen necesitar unas 15 horas o menos. Un sueño regular y reparador ayuda a garantizar que todas las funciones corporales se mantengan sanas y equilibradas, además de mantener a los gatos emocionalmente estables.

Durante esta fase profunda de descanso conocida como sueño REM (de movimientos oculares rápidos), el cuerpo se reconstruye y evita que las hormonas del estrés se produzcan en exceso en el cerebro. Cuando los gatos no reciben la cantidad adecuada de descanso de calidad necesaria, se agitan con más facilidad y experimentan cambios en su salud física, como una disminución del apetito o problemas digestivos como estreñimiento o diarrea.

Intente mantener un entorno de sueño uniforme para su gato, que incluya un lugar en el que se sienta seguro, como su propia cama o manta, una temperatura agradable dentro de su espacio, niveles bajos de ruido, si los hay, durante la noche (por ejemplo, evite encender luces brillantes) y ausencia de interrupciones molestas de otros animales de la casa mientras duerme (como ladridos de perros).

Ronroneo regular

El ronroneo es una de las vocalizaciones más comunes que utilizan los gatos para comunicar sus necesidades y emociones. El ronroneo se considera un comportamiento aprendido por los gatos, que pueden activar y desactivar a voluntad.

Los gatos suelen ronronear de satisfacción o alegría, normalmente cuando los acarician o se acurrucan con su gente. También se utiliza para apaciguar a los gatitos cuando se encuentran en una situación desconocida, para indicarles que la gata les aprueba, para expresar el estrés en situaciones difíciles, como las visitas al veterinario, o incluso para ayudar a curar huesos y tejidos después de una lesión, gracias a la vibración que crea la onda sonora de frecuencia comprendida entre 20 y 140 hercios.

Todo esto sugiere que el ronroneo podría ser algo más que un signo de felicidad para los gatos. Aunque los ronroneos de felicidad pueden significar satisfacción entre personas y gatos, hay muchas otras estructuras emocionales implicadas cuando su gatito ronronea.

Signos de mala salud en los gatos

 

Mal aliento

El mal aliento, o halitosis, es un síntoma común de mala salud en los gatos. La causa más probable del mal aliento son las enfermedades bacterianas de la boca, como el sarro y la placa. Sin embargo, es importante recordar que existen múltiples factores que pueden provocar el mal aliento en los gatos, como enfermedades internas (como las renales), deficiencias dietéticas, afecciones bucales y falta de aseo.

Desgraciadamente, las enfermedades dentales no tratadas pueden provocar dolor intenso a su gato y posibles daños orgánicos si las bacterias penetran en el torrente sanguíneo.

A la hora de evaluar si su gato podría tener mal aliento, asegúrese de prestar atención a cualquier cambio en comparación con su olor normal (ya que todos los gatos presentan alguna variación en función de su dieta).

Si percibe un olor inusualmente fuerte procedente de la boca de su gato, podría ser un signo de estomatitis -una inflamación causada por una infección bacteriana en la boca-, que suele tener un olor parecido al amoniaco.

El mal aliento acompañado de enrojecimiento, llagas, sangrado o placas en la lengua/membranas mucosas puede ser señal de una enfermedad de las encías que, si no se trata, puede progresar a infecciones más graves y provocar procedimientos dolorosos durante el tratamiento de tu amigo peludo.

Diarrea

La diarrea es un síntoma común en los gatos, y puede estar causada por numerosos factores, como infecciones, parásitos, indiscreciones dietéticas o ciertos tipos de medicamentos. A menudo no hay signos clínicos asociados con la diarrea leve, pero cuando se producen signos más graves suelen incluir viajes frecuentes a la caja de arena acompañados de heces líquidas que pueden contener sangre o mucosidad.

La deshidratación es siempre una preocupación cuando se trata de diarrea felina, ya que puede desarrollarse rápidamente debido a su pequeño tamaño corporal; otros signos clínicos son disminución del apetito, dolor abdominal y vómitos.

Acudir al veterinario si la diarrea persiste es muy importante para determinar la causa subyacente y poder solucionarla eficazmente. Su veterinario puede recomendarle pruebas diagnósticas, como un examen fecal o radiografías del abdomen de su gato, o elaborar su historial dietético.

También es importante que vigile de cerca los niveles de hidratación de su gato (prueba de elasticidad de la piel) y le proporcione líquidos adecuados durante este tiempo, ya sea mediante soluciones de rehidratación oral/subcutánea proporcionadas por el veterinario o sesiones de alimentación adicionales a lo largo del día con comida húmeda con alto contenido en humedad.

Vómitos

Los vómitos en los gatos pueden deberse a muchas causas, como las bolas de pelo o un malestar estomacal. No suele ser motivo de preocupación y remite poco después. Sin embargo, si los vómitos son frecuentes o crónicos, podrían indicar una afección médica subyacente que debe examinarse.

Los gatos que padecen alguna enfermedad vomitarán con más frecuencia de lo normal y esto no debe tomarse a la ligera. Vomitar varios días seguidos puede provocar deshidratación y desnutrición, lo que podría tener graves consecuencias si no se trata.

Si tu gato ha vomitado una o dos veces podría estar relacionado simplemente con la comida que ha ingerido, pero si le ocurre con más frecuencia quizá debas llevarlo a revisión con su veterinario.

También es importante estar atento a otros signos de problemas de salud junto con los vómitos, ya que pueden dar pistas sobre la causa del problema interno: diarrea, cambios de peso, secreciones oculares o nasales, cambios drásticos en los niveles de energía o letargo pueden indicar problemas más profundos que deben tratarse de inmediato.

Caída del cabello

La pérdida de pelo en los gatos, o alopecia, puede hacer que un gato parezca delgado y cansado debido a su falta de pelo. La mala alimentación, las alergias, las pulgas y garrapatas, el estrés o el hipotiroidismo pueden ser la causa de la caída del pelo en los gatos, que puede comenzar de forma repentina debido a una afección adquirida o progresar gradualmente con el tiempo a partir de una enfermedad subyacente.

Es importante que los propietarios inspeccionen periódicamente la piel de su gato para detectar cualquier signo de pérdida de pelo adquirida que incluya inflamación, cambio de color, engrosamiento de la descamación, todos ellos aceleradores, así como enrojecimiento por picor causado por sensibilidades alimentarias y alergias.

El estrés también puede empeorar considerablemente estos efectos. Los gatos expuestos a altos niveles de ansiedad corren el riesgo de desarrollar dermatitis alrededor de zonas delicadas como los ojos y los labios, además de picores en otras partes del cuerpo que pueden provocar la pérdida total del pelaje.La pérdida del pelaje, si se trata a tiempo, con modificaciones del entorno, como la adición de rascadores o la creación de “lugares seguros”, ayuda a disminuir la incomodidad al tiempo que proporciona diversión, seguida de un cepillado rutinario, especialmente durante los periodos de muda, que ayuda a aliviar la aparición persistente, junto con remedios caseros recomendables adaptados a cada caso, ya sea por edad, problemas de salud, etc., aunque se recomienda encarecidamente la asistencia de un veterinario antes de administrar cualquier tipo de urgencia, especialmente cuando se encuentran casos graves persistentes, y si el proceso de curación va por buen camino, se asegurará el alivio deseado y se evitarán más complicaciones.

Cambios de peso

Al vigilar la salud de los gatos, es importante estar atento a cualquier cambio repentino de peso. Los gatos pueden experimentar tanto una pérdida como un aumento de peso involuntarios que pueden ser indicativos de problemas médicos subyacentes que requieren una investigación más profunda.

La pérdida inesperada de peso suele ser un signo de que algo no va bien con su amigo felino y no debe pasarse por alto. La pérdida de peso involuntaria en los gatos puede ir desde simples cambios en el estilo de vida hasta enfermedades más graves como problemas gastrointestinales o infestación por parásitos internos.

Otras causas posibles son problemas dentales, endocrinopatías, pancreatitis, cáncer o hipertiroidismo, que pueden ir acompañados de aumento del apetito, sed y micción, así como vómitos, diarrea y dificultad para defecar.

Por otra parte, el aumento de peso está causado principalmente por el consumo excesivo de alimentos/calorías y la falta de ejercicio; casi el 60% de los gatos domésticos de Norteamérica tienen sobrepeso, lo que indica que la obesidad es un problema prevalente en los gatos.

Secreción ocular o nasal

Las secreciones oculares y nasales pueden ser indicios de diversas afecciones subyacentes en los gatos. La secreción ocular puede presentarse como un ojo turbio o hinchado, o puede no abrirse en absoluto. También puede tratarse de un desbordamiento de lágrimas de uno o ambos ojos (epífora).

Algunos tipos de problemas oculares pueden dar lugar a otros signos de enfermedad, como estornudos, parpadeo excesivo y frotarse la cara con las patas. También pueden experimentar fatiga o disminución de la actividad debido a la irritación causada por la enfermedad.

La secreción nasal suele tener un aspecto menos acuoso que el líquido que se origina en los ojos, pareciendo más una mucosidad o pus. La secreción nasal puede ser de color claro, verde amarillento o marrón, dependiendo de su causa, que suele estar relacionada con una infección, pero a veces puede indicar otro tipo de problema de salud, como alergias o inflamación, si estos síntomas persisten durante períodos más largos sin responder eficazmente a otras opciones de tratamiento disponibles, por ejemplo, vacunas y medicación regímenes, etc., que indican la cronicidad debido a la presencia/no presencia de determinados anticuerpos en la respuesta correspondiente.

Cambios en el comportamiento en la caja de arena

Los cambios en el comportamiento en la caja de arena pueden ser un indicador de mala salud en los gatos, por lo que es importante estar atento a cualquier diferencia notable. En términos generales, cuando un gato evita la caja de arena o muestra cambios en su forma de utilizarla (como ponerse encima de ella sin usarla, escarbar sin hacer sus necesidades, etc.), suele haber un problema médico en juego.

Algunos problemas médicos que pueden hacer que el gatito cambie sus hábitos de ir al baño son las infecciones del tracto urinario y las infecciones de vejiga, que le causarán dolor y molestias al intentar orinar.

Los cambios en la dieta o en el entorno también podrían provocar cambios inducidos por la ansiedad en sus habilidades sociocognitivas, como la comprensión de los patrones de empaquetamiento de los suelos frente a la dispersión de los comportamientos de ir al baño (orinar fuera de la zona designada).

Otras causas como la aversión a los tipos de lechos utilizados pueden estar presentes si de repente se notan cambios.

Es aconsejable que los propietarios de mascotas que observen este tipo de cambios no sólo los observen atentamente, sino que actúen con prontitud buscando orientación veterinaria -incluso examinando muestras fecales de la casa en busca de pistas sobre lo que podría estar causando los problemas- para que los pasos apropiados hacia la resolución del problema puedan proceder más rápidamente de lo que sería posible de otro modo a través de métodos de ensayo y error con la esperanza de que las suposiciones produzcan buenos resultados en lugar de intentos educados a través de diagnósticos planos que incluyan los tratamientos sugeridos.

Cojera o dificultad para moverse

La cojera o la dificultad para moverse pueden ser signos de mala salud en los gatos, y no deben ignorarse. Entre las afecciones más comunes que pueden causar estos síntomas se incluyen la artritis -especialmente en gatos mayores-, los huesos rotos y las articulaciones dislocadas, que se producen cuando el gato se cae o se lesiona.

La calicie cojera es otra afección frecuente en gatitos jóvenes que provoca fiebre, debilidad, temblores y cojera.

Es importante que los propietarios reconozcan los signos de alerta de un gato enfermo y acudan al veterinario lo antes posible si observan algún cambio en los patrones de movimiento o comportamiento habituales de su mascota, como cojera o ralentización general.

Micción anormal

La micción anormal puede ser un síntoma de mala salud en los gatos y no debe pasarse por alto. Los problemas urinarios pueden deberse a distintos motivos, desde infecciones y cálculos urinarios hasta enfermedades renales y diabetes mellitus.

Cuando se trata de problemas urinarios del gato, signos como aumento de la sed o de la micción, dificultad para orinar (esfuerzo), eliminación inapropiada fuera de la caja de arena, presencia de sangre en la orina o dolor al intentar orinar son algunos síntomas comunes que podrían indicar un problema subyacente.

Si tu gato presenta alguno de estos síntomas, debe ser llevado inmediatamente a evaluación veterinaria. Los gatos con infecciones de vejiga pueden tener una necesidad frecuente de salir de la caja de arena, pero este comportamiento también tiene otras causas.

Prevenir los problemas urinarios es clave, por lo que las dietas ricas en humedad (como la comida húmeda) pueden ayudar a mantener unos niveles de hidratación saludables en todo momento, ayudando a prevenir posibles ITU (infecciones del tracto urinario).

Tos o sibilancias

La tos y las sibilancias en los gatos pueden ser indicativas de una enfermedad subyacente grave, sobre todo si van acompañadas de dificultad para respirar. El asma felina es una posible causa: los síntomas incluyen sibilancias, respiración rápida, vómitos y letargo.

Por desgracia, este trastorno respiratorio a menudo no se diagnostica hasta que ha alcanzado una fase avanzada. El asma puede reducir drásticamente la calidad de vida de su gato, por lo que un tratamiento precoz es clave para controlar los síntomas a largo plazo.

La tos también puede indicar la presencia de una infección de las vías respiratorias altas (similar a un catarro humano) o una irritación de los pulmones, las vías respiratorias o la garganta debida a la inhalación de algo como humo o partículas de polvo.

Los propietarios de gatos siempre deben tomarse en serio la tos y las sibilancias, ya que son signos de que su mascota tiene dificultades para recibir oxígeno, lo que puede provocar complicaciones de salud si no se trata durante demasiado tiempo.

Hinchazón

La hinchazón en los gatos puede ser un signo de un problema de salud existente o subyacente. Los gatos suelen presentar hinchazón externa alrededor de la cara, las orejas, las patas, las articulaciones y el estómago, que puede empeorar con el tiempo.

También es importante mencionar que la hinchazón puede desplazarse de una parte del cuerpo a otra o localizarse si hay inflamación. Síntomas como vómitos, ojos rojos, inflamación de los ganglios linfáticos, cansancio y falta de apetito pueden acompañar a los signos de hinchazón en los gatos mientras intentan luchar contra una posible enfermedad.

Si su gato muestra algún signo de inflamación, no debe ignorarlo, ya que los periodos prolongados de hinchazón en cualquier zona del cuerpo podrían indicar enfermedades más graves con efectos potencialmente mortales.

Por lo tanto, es importante que los propietarios busquen atención veterinaria inmediata siempre que sus gatos presenten hinchazones visibles, aunque no parezcan especialmente graves a primera vista o lleven un tiempo presentes sin cambiar significativamente de tamaño o forma.

Sed excesiva

La sed excesiva, conocida médicamente como polidipsia, es un signo de mala salud en los gatos. Los gatos se mantienen hidratados bebiendo agua y comiendo alimentos húmedos como carne cruda o comida enlatada húmeda. Si de repente su gato empieza a beber más agua de lo habitual, puede ser un indicio de problemas de salud subyacentes, como diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, hipertiroidismo o infecciones del tracto urinario.

La sed excesiva a menudo conduce a un aumento de la micción que puede causar desorden en la caja de arena en otras partes de la casa. En los casos en que la sed excesiva se debe a la diabetes mellitus, puede observar que su gato también muestra otros signos como pérdida de peso a pesar de tener buen apetito.

La pérdida de peso involuntaria también podría indicar una enfermedad grave, como una disfunción renal o una insuficiencia hepática, que hace que los gatos beban más agua de lo habitual. Para que su gato goce de una salud óptima, es importante que esté atento a cualquier cambio en los rasgos de su ingesta a lo largo del tiempo y que busque ayuda veterinaria si es necesario para poder tratar los síntomas a tiempo y evitar que se desarrollen más complicaciones.’.

Letargo

El letargo es un signo preocupante que afecta a gatos de todas las edades. Se caracteriza por una disminución de la energía y de los niveles de actividad, lo que hace que los gatos parezcan más letárgicos de lo habitual: pueden jugar menos, esconderse o rehuir el contacto humano, comer menos, no acicalarse adecuadamente y carecer de entusiasmo en sus actividades.

Por desgracia, el letargo en los gatos puede deberse a muchas causas: puede ser un síntoma de afecciones médicas leves, como infecciones o deshidratación, o un indicio de enfermedades más graves, como cáncer, insuficiencia renal y cardiopatías.

Es importante que los propietarios de gatos sepan reconocer cuándo su mascota no se siente como ella misma y actúen con rapidez si los síntomas persisten. Los signos de letargo pueden tardar algún tiempo en manifestarse, por lo que debe controlar a su gato con regularidad y estar atento a cualquier cambio en su comportamiento que pueda sugerir un mal estado de salud. Si observa algo inusual en el comportamiento de su gatito con respecto a las cantidades de comida, los hábitos en el arenero, los patrones de sueño, etc., concierte una cita con el veterinario lo antes posible.

Convulsiones

Las convulsiones son uno de los problemas neurológicos más frecuentes en los gatos, y pueden consistir en sacudidas, temblores o espasmos musculares. Las convulsiones pueden adoptar la forma de convulsiones generalizadas o de gran mal que incluyen rigidez de ambas extremidades y convulsiones.

En algunos casos, los signos de convulsión de un gato pueden ser más sutiles, como el movimiento de las orejas, los bigotes, la boca y los ojos. Otros posibles síntomas relacionados con las convulsiones en los gatos son el comportamiento en círculos, la ceguera o el tambaleo al caminar, así como la inquietud y la somnolencia.

Si su gato presenta alguno de estos síntomas, es importante que hable con su veterinario para discutir las posibles causas de su comportamiento inusual y así poder discutir las opciones de tratamiento adecuadas.

Conclusión

Es importante que los propietarios de gatos conozcan los signos de un gato sano y uno enfermo, para poder detectar rápidamente cualquier problema. Las revisiones periódicas con su veterinario son esenciales para mantener a su compañero felino en un estado de salud óptimo.

Los signos más comunes de mala salud son vómitos, diarrea, cambios de peso, cojera o dificultad para moverse, tos o respiración sibilante y sed excesiva. Un gato normalmente sano tiene ojos claros, hábitos regulares de defecación, buenos hábitos de aseo y niveles normales de apetito, todos ellos indicadores de su bienestar general.

Tomando nota de estos síntomas en los gatos es posible tomar las medidas necesarias de inmediato si algo parece ir mal con la condición de su mascota – busque atención médica de inmediato si hay algún cambio sospechoso observado e invierta en cuidados preventivos en el hogar, tales como áreas de cama limpias libres de pulgas, etc., tiempos adecuados de ejercicio / juego, así como dietas equilibradas para asegurar su salud óptima con el tiempo.

 

 

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