PIF en gatos: Síntomas según los tipos de PIF
Es prudente cuando nos fijamos en PIF en gatos sobre la base de los tipos de PIF. Se incluyen para un diagnóstico más preciso. Conocer el tipo de PIF puede ayudarte a predecir la gravedad, así como las distintas formas de PIF que pueden aparecer, para que no se te escape ningún síntoma.
Signos clínicos de PIF seca no efusiva
Los síntomas típicos de esta forma de PIF incluyen letargo, fiebre, anorexia, pérdida de peso e ictericia.
Letargo
El letargo suele ser uno de los signos clínicos asociados a la peritonitis infecciosa felina. Puede aparecer en gatos de forma no efusiva, efusiva u ocular y puede ser un signo de que está ocurriendo algo más grave.
Muchos gatos presentan este síntoma de apatía antes de que aparezcan otros síntomas, lo que indica por qué es importante observar el letargo lo antes posible, antes de que se desarrollen otras fases avanzadas.
Un síntoma que se presenta en la mayoría de los casos sería el cansancio excesivo o la desgana, que puede implicar permanecer inmóvil durante largos periodos o un comportamiento prolongado de sueño fuera de los hábitos habituales.
Esta falta de energía en las actividades del gato puede conducir finalmente a la pérdida de peso a pesar de tener un mayor apetito debido a su estado debilitado – esto limitará aún más sus niveles de actividad que conduce a una mayor fatiga con el tiempo.
Otro indicador común de la PIF son los cambios de comportamiento, como volverse antisocial y evitar a la gente por completo (aunque antes hayan sido amistosos).
Fiebre
La fiebre es un signo clínico común asociado a la PIF, sin embargo no es específico y puede estar presente en gatos que padecen diversas enfermedades. Es importante recordar que la fiebre puede ser el único signo clínico que presenten los gatos con PIF seca no evanescente, por lo que es un síntoma importante que los veterinarios deben tener en cuenta al evaluar a los gatos para detectar esta enfermedad.
Una vez que el gato desarrolla la fiebre causada por la PIF, la enfermedad progresa rápidamente y casi siempre es mortal. El diagnóstico de la PIF también puede ser difícil debido a la vaguedad de sus síntomas, ya que muchas otras enfermedades tienen manifestaciones similares, como las infecciones respiratorias y los trastornos inflamatorios.
Anorexia
La anorexia se reconoce comúnmente como uno de los signos inespecíficos y no localizadores de la PIF observados en gatos. La anorexia se refiere a la falta o pérdida de apetito, que puede deberse a una disminución del deseo de comer como consecuencia de un dolor, una enfermedad o una lesión.
Los gatos con PIF sufren inapetencia y desarrollan anemia debido a las deficiencias de nutrientes resultantes, que afectan a su salud general y dificultan su funcionamiento normal. Síntomas como la apatía, el letargo, la pérdida de peso y la fiebre suelen ir acompañados de anorexia en gatos que padecen virus potencialmente mortales como la PIF.
Pérdida de peso
La pérdida de peso es un signo clínico frecuente de la PIF, especialmente en los casos de PIF seca. Los síntomas asociados a la pérdida de peso pueden variar en función de la gravedad de la enfermedad. Los primeros signos pueden consistir en una disminución de la ingesta de alimentos y un ritmo de crecimiento más lento de lo normal, mientras que las fases más avanzadas pueden incluir una disminución significativa de la masa corporal en poco tiempo, así como una reducción de los niveles de energía y desgaste muscular.
La presencia de una pérdida de peso rápida o inexplicable no debe ignorarse cuando se trata de gatos que muestran signos compatibles con la PIF. Si su gato parece más delgado de lo habitual sin explicación o parece estar perdiendo una cantidad excesiva de pelo sin motivo aparente, es importante que busque ayuda veterinaria profesional de inmediato.
Ictericia
La ictericia es un signo observado en gatos con PIF, normalmente junto con otros signos de insuficiencia hepática o hepatomegalia (hígado agrandado) como letargia y pérdida de peso. En el examen físico, la piel del gato puede ser de color amarillento, especialmente visible en el vientre y los ojos.
En algunos casos, la ictericia puede cubrir todo el cuerpo del gato. La ictericia es el resultado de un aumento de los niveles de bilirrubina (moléculas pigmentadas liberadas a la circulación por los glóbulos rojos que se han descompuesto), lo que provoca su posterior acumulación.
Indica una alteración en algún punto del árbol biliar, que incluye la vesícula biliar y las estructuras conectadas entre el hígado y el intestino delgado necesarias para la digestión.
Signos clínicos de la PIF efusiva húmeda
La hinchazón torácica, abdominal y escrotal son algunos de los signos asociados a la PIF húmeda efusiva.
Hinchazón torácica
La hinchazón torácica es un signo clínico asociado a la PIF húmeda efusiva, en la que se produce una acumulación de líquido en el tórax. Esto puede provocar dificultades respiratorias y afectar al funcionamiento normal de órganos como el ritmo cardíaco, la regulación de la temperatura y el intercambio gaseoso.
Por lo tanto, este es uno de los derrames que aconsejamos drenar, si es posible.
La inflamación torácica indica fases avanzadas de la PIF y suele presentarse mediante un aumento de la frecuencia respiratoria o ruidos de gorgoteo cuando el gato respira. Si la hinchazón torácica se mantiene durante largos periodos de tiempo, puede aumentar la presión sobre los órganos internos y provocar su desnutrición debido a la disminución del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno.
Además, si no se trata, la inflamación torácica persistente puede causar daños permanentes en órganos vitales y, en última instancia, provocar la muerte si no se controla durante un periodo prolongado.
Hinchazón abdominal
La hinchazón abdominal también es un signo clínico asociado a la PIF efusiva. Esta forma de PIF se caracteriza por la aparición de líquido en el abdomen, también conocido como derrame abdominal.
El sistema gastrointestinal y sus órganos se ven rodeados por este líquido extra anormal. La radiografía, la ecografía y la abdominocentesis son procedimientos diagnósticos utilizados para determinar si se ha producido un derrame abdominal en gatos con sospecha de PIF.
Además, el análisis de fluidos puede proporcionar resultados muy indicativos para diagnosticar con precisión el derrame abdominal causado por la PIF.
La hinchazón abdominal es menos amenazadora para un gato, aunque puede incomodarle. Si decide drenar este derrame, opte por no drenar más del 30% del líquido.
Hinchazón escrotal
Los propietarios de gatos machos pueden identificar la inflamación escrotal cuando se produce un cambio inexplicable en el tamaño del escroto, sobre todo si se produce rápidamente o viene acompañada de otros signos como letargo y fiebre.
Esta forma de PIF afecta más comúnmente a gatos jóvenes y tiene un inicio rápido con síntomas como acumulación de líquido abdominal, agrandamiento torácico, pérdida de peso, ictericia y fiebre alta persistente.
La inflamación del escroto es uno de los principales síntomas clínicos que los veterinarios utilizan para identificar esta enfermedad de forma precoz, normalmente antes de que aparezcan otros signos.
Signos clínicos de la PIF ocular
Esté atento a los signos de PIF, como decoloración del iris, pérdida de visión, engrosamiento de la córnea e hipopión.
Decoloración del iris
La decoloración del iris es un signo clínico indicativo de la forma ocular de la PIF. Suele manifestarse como un cambio en el color del iris, opacidad ocular anormal o aspecto floculento (manchas blancas) dentro de la zona de la pupila debido a la inflamación por una infección causada por el virus de la PIF.
El engrosamiento de la córnea y la hipopionía también pueden acompañar a este signo que, por lo general, si no se trata, puede conducir a la pérdida permanente de la visión con el tiempo. La detección y el diagnóstico precoces de esta afección son importantes para iniciar rápidamente un tratamiento con agentes antiprotozoarios como el cloranfenicol y el tianfenicol, a fin de reducir los riesgos asociados a ella.
Pérdida de visión
La pérdida de visión es uno de los signos más evidentes de que su gato puede tener PIF ocular. Es un síntoma avanzado y puede indicar que una forma más grave del virus ya ha estado activa en tu mascota.
La uveítis anterior piogranulomatosa (inflamación) es una de estas manifestaciones que presenta signos como el signo de la linterna (dispersión amarillenta cuando los ojos se exponen a un haz de luz focalizado como el de una linterna).
Este síndrome está relacionado con una reducción significativa de la visión junto con estructuras quísticas de flujo de entrada/salida insuficiente y lesiones en el iris que causan destrucción también en el interior de la cavidad orbitaria si no se trata a lo largo del tiempo.
Engrosamiento de la córnea
Esta afección se produce cuando la parte externa del ojo, conocida como córnea, se vuelve más gruesa de lo normal debido a una inflamación.
En los gatos, puede estar causada por un virus o una bacteria y pueden pasar semanas antes de que sus efectos sean perceptibles. Por lo general, lo que hace que este síntoma sea más fácil de identificar es si se presentan al mismo tiempo otros signos como nubosidad en la visión o dolor.
Un gato que experimente un engrosamiento corneal puede mostrar dificultades para ver con claridad y, posiblemente, experimentar alguna molestia o dolor debido a la disminución de la calidad de su visión.
Hypopyon
Hipopión es un término médico utilizado para describir una acumulación de glóbulos blancos en la base de la córnea, que suele aparecer cuando una inflamación o infección afecta al ojo. Se asocia con mayor frecuencia a la uveítis, una inflamación del interior del ojo que se produce como consecuencia de la PIF en los gatos.
El hipopión está causado por la entrada de leucocitos (glóbulos blancos) a través del iris y su acumulación en la cámara interior del ojo. Esto, a su vez, conduce a observaciones directas a partir del examen físico, como la nubosidad visible en una o más partes de su globo ocular o los cambios pupilares durante las pruebas de exposición a la luz realizadas por los veterinarios.
Desprendimiento de retina
Esta afección se produce cuando la retina se desprende del tejido de sostén subyacente y del riego sanguíneo. Puede deberse a diversas afecciones médicas, como hipertensión, hiperactividad de la glándula tiroides o enfermedad renal.
En gatos con PIF, pueden producirse cambios granulomatosos además de hemorragia y desprendimiento de retina.
El principal síntoma asociado al desprendimiento de retina es la pérdida de visión, que puede producirse de forma repentina o gradual en función de la extensión del daño y la gravedad de la infección.
Otros signos son el velo o nubosidad de los ojos, la alteración o distorsión del campo visual existente y la dificultad para adaptarse a entornos con luz brillante, incluida la ceguera nocturna.
Algunos gatos también pueden tener moscas volantes como resultado de fugas de líquido vítreo en cualquier parte de la estructura ocular, lo que provoca imágenes distorsionadas debido a la interferencia con el funcionamiento normal de la línea de visión.
Signos clínicos de la PIF neurológica
Esté atento a signos como desequilibrio, inclinación de la cabeza, convulsiones y cambios de comportamiento.
Desequilibrio
El desequilibrio es un síntoma común de la PIF y suele ser el primer indicio de que algo va mal. En los gatos con PIF, el desequilibrio puede manifestarse como dificultad para caminar o pérdida de coordinación, dependiendo de la gravedad de la enfermedad.
Al pasar de la posición tumbada a la de pie, algunos gatos pueden balancearse hacia delante y hacia atrás debido a su incapacidad para recuperar rápidamente el equilibrio. La causa de este síntoma puede variar en función del tipo de PIF que haya desarrollado su gato. Puede deberse a daños neurológicos o a la acumulación de líquido en el abdomen o la cavidad torácica.
El desequilibrio en los gatos no debe tomarse a la ligera y debe plantearse a su veterinario, ya que un diagnóstico precoz mejora significativamente el pronóstico a la hora de tratar esta afección. Su veterinario empezará por realizar exploraciones físicas, como observar la función motora y los reflejos para que evalúen si la marcha del gato parece coordinada.
Inclinación de la cabeza
La inclinación de la cabeza es un signo clínico importante de la PIF neurológica, ya que suele ser indicativo de un síndrome vestibular. El síndrome vestibular se produce cuando la parte del cerebro responsable del equilibrio no funciona correctamente, provocando desequilibrios y dificultades de coordinación.
En los gatos, esto se manifiesta como una inclinación pronunciada de la cabeza hacia un lado u otro. Esto puede ir acompañado de ojos que no parecen moverse juntos con normalidad. Uno puede lanzarse rápidamente de un lado a otro mientras el otro permanece quieto, así como movimientos de balanceo causados por la gravedad que dificultan que el gato se mantenga erguido.
Convulsiones
Las convulsiones pueden ser un signo clínico de PIF cuando hay afectación neurológica. Algunos signos reveladores de que su gato puede estar sufriendo un ataque debido a la PIF son la eliminación inapropiada, comportamientos similares a la demencia como dar vueltas en círculos o agresividad, disminución de la coordinación y el equilibrio, y vocalizaciones extrañas o pérdida de consciencia.
Cada vez que su gato experimente una convulsión, debe llevarlo rápidamente al veterinario para que lo evalúe y diagnostique.
Cambio de comportamiento
Los cambios de comportamiento pueden ser un indicador precoz de PIF. Un síntoma común que preocupa a los propietarios son los cambios repentinos en el patrón de comportamiento de su gato. Los gatos pueden esconderse más a menudo de lo habitual o mostrar agresividad cuando normalmente no lo harían.