Qué hacer con el líquido abdominal del gato causado por la PIF húmeda o efusiva
La conexión entre la PIF y el líquido abdominal
La PIF hace que el líquido abdominal del gato se acumule en el abdomen, por lo que es importante comprender tanto los signos como las implicaciones.
Cómo se acumula líquido con la PIF
La peritonitis infecciosa felina (PIF) es un virus grave y generalmente mortal en los gatos. Se produce cuando el coronavirus, que ya habita en el intestino del gato, empieza a replicarse de forma más agresiva y se extiende a otras zonas del cuerpo.
Cuando esto ocurre, se produce una respuesta inflamatoria del sistema inmunitario que conduce a la acumulación de líquido en diversos órganos, como el abdomen o el tórax. La retención de líquidos se produce debido al aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos y a la disminución del drenaje linfático.
Este proceso también afecta al daño tisular que conduce a un mayor daño celular debido a la fibrosis y a la formación de colágeno resultante de la inflamación crónica.
La hinchazón abdominal causada por la PIF puede ser bastante visible como un agrandamiento alrededor del área del estómago que se siente suave pero firme a veces debido a su textura viscosa – algo parecido al cemento de goma cuando se toca; también puede haber motas, hebras o coágulos de fibrina vistos dependiendo de cuánto tiempo ha estado presente.
Aparte de que su aspecto visual es distinto al de otros tipos de fluidos que se encuentran en el interior de los animales, los científicos han podido identificar la glicoproteína ácida alfa-1 (AGP), que suele estar elevada en las muestras de suero tomadas tanto en los exámenes pre-mortem de los derrames que son más altas de lo esperado en comparación con los gatos no afectados en circunstancias normales.
Signos visibles de PIF Efusión
Los gatos que padecen PIF pueden tener el vientre hinchado, resistirse a la toma de temperatura y parecer incómodos cuando se les toca el costado. También debe evaluarse el estado de hidratación, ya que puede producirse deshidratación por la hinchazón abdominal grave asociada a las efusiones de la PIF.
Cuando se palpa durante una exploración física, el líquido asociado a la PIF suele parecer viscoso, tenaz, pegajoso, espumoso y de color amarillo claro. En algunos casos puede haber incluso motas o filamentos visibles en el líquido que están relacionados con depósitos de fibrina específicos de este proceso patológico; no obstante, es necesario un diagnóstico preciso mediante métodos de análisis de laboratorio como la citología y la serología para confirmar adecuadamente esta enfermedad antes de iniciar el tratamiento.
Papel en el diagnóstico y el tratamiento
Cuando se sospecha de PIF en gatos, el líquido abdominal desempeña un papel importante en el diagnóstico. Una de las formas en que puede ayudar a hacer un diagnóstico positivo es mediante la realización de un procedimiento llamado «centesis» o recogida de parte de este líquido y su análisis en busca de indicios de agentes causantes de infecciones específicas de la PIF.
Esto hace que los diagnósticos sean más precisos en comparación con las exploraciones como la tomografía computarizada o la ecografía que se suelen utilizar para diagnosticar esta enfermedad. El análisis de fluidos permite a los veterinarios detectar la acumulación de un anticuerpo conocido como antígeno del coronavirus felino (FCoV) que tiende a acumularse junto con la ascitis en los casos en que se desarrolla PIF.
¿Cuándo se debe extraer el líquido abdominal de los gatos con PIF efusiva?
¿Debe eliminar este líquido ahora que conoce la causa? Depende. A continuación incluimos dos situaciones ficticias, junto con las medidas que sugerimos para cada una de ellas.
Escenario I
El agrandamiento del abdomen es claramente visible. Su gato, sin embargo, está cómodamente comiendo, bebiendo y respirando.
En este caso, no aconsejamos extraer el líquido. Inicie rápidamente el tratamiento con GS-441524 y observará una disminución del tamaño de la hinchazón abdominal. Los virus de la PIF son expulsados constantemente del organismo cuando éste reabsorbe gradualmente el líquido del abdomen.
Dado que en esta situación existe un mayor riesgo de daño que de beneficio, no aconsejamos drenar el líquido del abdomen. El líquido perdido se recuperará rápidamente, a menudo a expensas de la ingesta de proteínas y la deshidratación. Evite causar más daño al ya delicado sistema de su gato si está comiendo y bebiendo regularmente y no tiene respiración dificultosa.
Escenario II
El agrandamiento causa dificultad para respirar o comer.
En este caso, debe extraerse parte del líquido, pero no todo. Las dificultades respiratorias provocan estrés cardiaco, que se manifiesta con una frecuencia cardiaca elevada y latidos del corazón dificultosos. En circunstancias extremas, este estrés podría provocar un fallo cardíaco. La deshidratación y la depleción proteica serán el resultado de la eliminación del líquido abdominal. En este caso, las ventajas de la evacuación de fluidos superan a los inconvenientes.
Debe tenerse en cuenta que una eliminación excesiva de líquido puede provocar un choque peligroso en el sistema de su gato y puede causarle la muerte. En general, se aconseja no extraer más del 30% del líquido de todo el abdomen. En comparación con el tratamiento de gatos adultos en su mejor momento, hay que ser más circunspecto al tratar gatitos y gatos mayores con PIF húmeda, drenando menos líquido.
Tenga en cuenta que, a menos que su gato reciba medicación antivírica GS-441524, el líquido volverá a aparecer.
Notas para la eliminación:
La extracción de líquido abdominal de los gatos diagnosticados de PIF efusiva está indicada para reducir la hinchazón abdominal y proporcionar alivio al gato. Normalmente, al cabo de una o dos semanas de tratamiento, puede observarse una reducción de la hinchazón abdominal, siempre que se haya eliminado el líquido.
Si un derrame es lo suficientemente grande, se debe considerar su eliminación mediante técnicas como la abdominocentesis/toracocentesis o el drenaje intercostal, tras lo cual se puede inyectar dexametasona en la cavidad torácica o abdominal.
Esto ayudará a reducir la inflamación asociada a la PIF, lo que mejorará el confort y el pronóstico del gato. Sin embargo, los periodos de remisión asociados a la extirpación de derrames suelen ser temporales y los gatos suelen recaer rápidamente si no se realiza un seguimiento exhaustivo una vez que han reducido considerablemente sus síntomas tras el procedimiento.
Métodos para reducir la acumulación de líquidos
El drenaje del líquido ascítico en la peritonitis infecciosa felina suele conllevar los siguientes procedimientos:
Evaluación veterinaria: Un veterinario o alguien que trabaje bajo su supervisión debe llevar a cabo la operación en todo momento. El veterinario examinará físicamente al gato, utilizará ultrasonidos o realizará otros procedimientos diagnósticos para confirmar la presencia de líquido ascítico antes de proceder al tratamiento.
Preparación previa al procedimiento: Los preparativos preoperatorios incluyen sedar o anestesiar al gato para que esté más cómodo y reducir sus niveles de ansiedad. Afeitar y esterilizar la zona abdominal es una práctica habitual para prevenir infecciones.
Colocación de la aguja o el catéter: El veterinario introducirá una aguja fina o un catéter a través de la pared abdominal hasta la cavidad abdominal. Es práctica común emplear la ecografía como guía para facilitar la colocación y evitar lesiones involuntarias en los órganos internos.
Drenaje del líquido: El líquido ascítico se drena suave y lentamente del abdomen a un recipiente estéril. La gravedad de la enfermedad del gato y la cantidad de ascitis determinarán la cantidad de líquido que debe drenarse. Para aliviar la distensión y el dolor en el abdomen, a menudo se continúa el tratamiento hasta que se ha evacuado un volumen suficiente de líquido.
Monitorización: A los gatos se les monitoriza la frecuencia cardiaca y respiratoria durante todo el tiempo que están en el quirófano.
Cuidados posprocedimiento: Cuidados tras el drenaje El veterinario observará atentamente al gato mientras se recupera de la intervención. Tras una operación, algunos gatos necesitarán analgésicos, líquidos y antibióticos para prevenir infecciones. Es posible vendar o suturar el abdomen para sellar el orificio de punción.
Cuidados de apoyo para que el gato esté más cómodo
Proporcionar cuidados de apoyo a los gatos diagnosticados de PIF es esencial para que el gato esté más cómodo y mejore su calidad de vida. Antibióticos de amplio espectro comúnmente recomendados tratamientos para apoyar a los gatos PIF, ya que puede ayudar a reducir la inflamación y controlar las infecciones secundarias.
Los líquidos subcutáneos también son importantes para garantizar que el gato se mantiene hidratado y contribuye a mantener una condición corporal óptima. Se pueden utilizar remedios caseros como el puré de calabaza o los probióticos para aliviar algunos de los síntomas como la diarrea asociada a los casos de PIF.
También es importante proporcionar cuidados de apoyo incluso si no se encuentra derrame durante un procedimiento diagnóstico, lo que suele ocurrir en algunos casos de peritonitis infecciosa felina efusiva.
Esto podría incluir el uso de fluidos intravenosos para mantener los niveles de hidratación cuando falla la rehidratación oral, así como estimulantes del apetito o suplementos nutricionales que pueden ser prescritos por un veterinario nutricionista en función de sus necesidades individuales Además, un profesional veterinario experimentado controlará cualquier hinchazón presente en el abdomen de su gato, ya que esto puede indicar una acumulación de líquido debido a condiciones de salud subyacentes asociadas a la PIF.